La instrucción esencial, por Pema Chödrön

La Instrucción Esencial

La instrucción esencial es permanecer… quédate, simplemente quédate.

Aprender a permanecer con uno mismo al meditar es parecido al entrenamiento de un perro. Si entrenamos un perro castigándolo o pegándole, acabará siendo un perro obediente, pero inflexible y más bien temeroso. El perro posiblemente nos hará caso cuando le digamos “¡Aquí!” “¡Ven!” o “¡Siéntate!”, pero será también un perro neurótico e inseguro. Al contrario, si lo entrenamos con amabilidad, será flexible y tendrá confianza, no se preocupará en situaciones impredecibles e inseguras.  

Así que, cuando la atención se va, nos invitamos amablemente a quedarnos y establecer contacto con nosotros mismos.

¿Estás inquieta? Quédate.

¿La mente no deja de rumiar? Quédate. 

¿El miedo y el odio están fuera de control? Quédate. 

¿Dolor en las rodillas y en la espalda? Quédate.

¿Qué hay para comer? Quédate.

¿Qué estoy haciendo aquí? Quédate.

No soporto esto ni un minuto más… Quédate.

 

De esta forma es como se cultiva la firmeza.

 

Autor: Pema Chödrön

Alexander Streubel